Te levantas llueve, bajas a la calle y te olvidas de unas cuantas cosas en casa que debías haber cogido, vuelta a casa a por ellas, te vas a tomar un café y se coloca al lado un colgado gritándote al oído, entre muchas otras cosas, que le han echado de una farmacia, que el mundo se acaba y que le gusta mucho el vino de Cariñena fresquito(en estas dos últimas coincido con el, si algún día la lío en una farmacia y me echan me sentiré realizado), en el curro vuelven a llamarte los paranoicos de tus jefes para echarte otra bronca sin sentido por que hoy se han vuelto a levantar con el pié izquierdo y tienen ese complejo de inferioridad que les obliga a decir todo gritando y plantearlo como la cuarta guerra mundial, de la cual tu tienes la culpa por supuesto, y tras esto llega la noche y vas a ver a tu equipo de basket e intentas buscar esas alegrías ficticias pero que se viven tan a flor de piel como son las deportivas y tu equipo hace el ridículo y pierde por 13 puntos y no ha sido por 30 por que al otro equipo le has dado penilla y se acaba el día y solo piensas ¿por qué la vida tiene este regusto a garrafón?¿pero quién coño me ha timado de esta manera?¿qué he hecho yo para ser tan tremenda pelusa?

0 comentarios:
Publicar un comentario